Esta silla plegable es un diseño del arquitecto holandés Robert van Embricqs, y destaca por la simpleza de su configuración y la creación de una forma orgánica y compleja a partir de una sola pieza recortada y plegada.
La base de cualquier silla es la superficie plana sobre la cual uno se va a sentar. Usando esta noción como punto de partida, realicé algunos cortes en la superficie plana y levanté las diferentes piezas de la superficie recortada. Esto generó las características preliminares, pero distintas, de la silla: respaldo, asiento y patas.
Incluso hasta el momento de la construcción, nadie sabía que forma tomaría la silla finalmente. Ésta fue definida por los distintos arcos de madera que componen la silla. El ritmo de las vigas de madera le otorga una forma orgánica, y los cortes son aún más visibles cuando la silla está abajo, plana.
Es muy fácil reunir una gran colección de sillas diferentes, al lo largo de los años ha habido una increíble abundancia de ellas, en todas sus formas y tamaño.
Pero lo que me llamo la atención durante la investigación fue una simple pregunta: ¿hasta qué grado es el objeto capaz de dictar su propio diseño? ¿Es posible para un objeto decidir que forman es más adecuada? Y si es así, ¿cuál será el resultado final?
Siguiendo esta línea de pensamiento, me llevó a descubrir varias opciones interesantes para crear un nuevo tipo de silla.
La base de cualquier silla es la superficie plana sobre la cual uno se va a sentar. Usando esta noción como punto de partida, realicé algunos cortes en la superficie plana y levanté las diferentes piezas de la superficie recortada. Esto generó las características preliminares, pero distintas, de la silla: respaldo, asiento y patas.
Incluso hasta el momento de la construcción, nadie sabía que forma tomaría la silla finalmente. Ésta fue definida por los distintos arcos de madera que componen la silla. El ritmo de las vigas de madera le otorga una forma orgánica, y los cortes son aún más visibles cuando la silla está abajo, plana.
Es muy fácil reunir una gran colección de sillas diferentes, al lo largo de los años ha habido una increíble abundancia de ellas, en todas sus formas y tamaño.
Pero lo que me llamo la atención durante la investigación fue una simple pregunta: ¿hasta qué grado es el objeto capaz de dictar su propio diseño? ¿Es posible para un objeto decidir que forman es más adecuada? Y si es así, ¿cuál será el resultado final?
Siguiendo esta línea de pensamiento, me llevó a descubrir varias opciones interesantes para crear un nuevo tipo de silla.
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